Una novia de Shanghai

La historia narra las peripecias de dos slackers que sobreviven como pueden en las calles de esta ciudad que lo tiene todo. Ahora si eso podía parecer un problema, el verdadero surge cuando un fantasma los contrata para cruzar la ciudad cargando un ataúd robado de un cementerio, para poder unir a una pareja de amantes más allá de la muerte.
Una novia de Shangai es una historia de amor nacida de la costumbre china de enterrar juntas a las personas para que se acompañen en la otra vida. Una película que enaltece el amor a través de historias mínimas, una sinfonía de ciudad con el exotismo de Shanghai de fondo.
“Una novia de Shanghai tiene un tono de fábula, una comicidad distante llena de elegancia y la convicción cabal de que el cine es una aventura sin beneficio de inventario. Un salto al vacío en el que las imágenes nunca deben mostrar todo, pero deben ser capaces de sugerirlo y también lanzarse sobre el mundo y abarcar lo que se pueda, exhibiendo una determinación y una destreza que no siempre se está seguro de poseer. Tras el impactante comienzo del film, en el que parecen bullir cientos de historias y de tramas posibles, hermanadas por el hilo invisible con el que se teje el misterio de una gran urbe, el director encuentra a sus protagonistas, una pareja de buscavidas que practica la indolencia pero también la ilusión de los desesperados: la “película asiática” de Andrizzi es también el relato de un sueño imposible en el que los muertos hacen andar a los vivos” -David Obarrio, catálogo del BAFICI 2016.